Murcia, tierra de escritores

          « Anterior | Siguiente »         
          4. ESCRITORES: DE LA REGIÓN DE MURCIA. Pascual Vera Nicolás

Pedro Cobos

JUMILLA 1928-MURCIA 1989

Escritor de vocación tardía, la curiosa personalidad de Pedro Cobos, vital e ingenioso en sus manifestaciones, crítico y descreído con todo tipo de ortodoxia recalcitrante, es evidente en todas y cada una de las obras que dejó escritas, en todo un sprint literario de indudable valor que desarrolló tan sólo en la última fase de su vida.

Profesor universitario con vocación de investigador, publicó diversos trabajos relacionados con la Edad Media en España entre 1974 y 1983.

Cobos entendió la literatura como una manera de enseñar y transmitir conocimientos y juicios. Así lo hizo con varias obras destinadas al público infantil, como Murcia y el misterio de los Rox, su primera creación literaria, un relato infantil en el que se explicaba la significación de los principales símbolos relacionados con Murcia. Sus siguientes obras recrean, con un particular estilo pleno de ironía, diferentes episodios históricos: En Ay de mi Alhama se refiere al asedio de la ciudad granadina a finales del siglo XV por las tropas de los Reyes Católicos. La cruzada de los niños (texto para un oratorio) narra otro episodio medieval. Por último, Milán 3.1.3 se centra en la época del emperador romano Constantino el Grande, en cuyo tiempo se publicó el Edicto de Milán.

Pedro Cobos ofrece en todos estos libros su particular opinión sobre la Historia, entendida ésta como una gran farsa en la que los más humildes llevan, ineludiblemente, las de perder.

Su gran obra será también la última: La vida perdularia, una peculiar novela de viajes en la que Pedro Cobos despliega todo su ingenio y socarronería en un auténtico alarde de cultura e imaginación: Un viaje iniciático por los distintos municipios de la región de Murcia que le vale a Cobos para desmitificar y poner en solfa muchas de nuestras tradiciones con excelente ironía.

Una novela irónica y personal que fue calificada por F. Javier Díez de Revenga de «obra inteligente, ingeniosa, crítica, mordaz, amena, entretenida, culta, informada, vital, elegante, dinámica, estructurada, misteriosa, insolente, compacta, impaciente, contenta, librepensadora, cercana, íntima, imprudente, equitativa, fantástica e histórica».

« Anterior | Siguiente »

S. XX